Dos horas para ti

1- Llena la bañera con agua a una temperatura que te agrade.

2- Añade la sal y el aceite esencial.

3- Enciende la vela en el baño y apaga la luz. Sumérgete en el agua y relájate por 15 minutos o mas. No uses jabón todavía porque las sales no actúan.

4- Después de 15 o 30 minutos vas a proceder a exfoliar la piel. Primero con la esponja o loofah mojada sin jabón. Empezando por los pies masajea con la esponja con movimientos circulares. Sigue el masaje hacia las piernas, los movimientos deben ser en dirección al corazón (o sea en contra de la circulación). Ponle atención especial a los codos, las rodillas y los calcañales y a cualquier otra área áspera.

5- La expoliación debe tomarte mas o menos 10 minutos.

6- Abre la ducha y deja que el agua tibia fluya por tu cuerpo. Si tu baño tiene presión puedes ponerlo a intensidad máxima y deja que la corriente te de masaje.

7- Cuando acabes puedes usar jabón para quitar el exceso de aceite, pero no es necesario.

8- Sécate un poco, pero deja alguna humedad en tu cuerpo. Con la palma de las manos date palmaditas en todo el cuerpo esto lo terminara de secar y activara aun mas la circulación. Después aplícate crema en todo el cuerpo.

9- Límpiate la cara y aplícate la mascarilla.

10- Acuéstate y relájate. Déjate la mascarilla el tiempo indicado.

11- Ahora es el tiempo de los pies. Pasa la piedra poma sobre todas las áreas ásperas de los pies. Luego aplícate crema de nuevo. Cuando apliques la crema presiona los pies con las yemas de los dedos.

12- Toma un vaso de agua y relájate por unos minutos. Si te gustan los aromas usa un incienso.

Advertencia:
Si padeces de alta presión ten cuidado, pregúntale a tu doctor.