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La Piel

En el libro Your Performing Edge el autor dice que las personas con personalidades competitivas tienden a compararse con otras personas. De acuerdo al autor esto no necesariamente es malo pero tiende a distraer.

La constante comparación con otras personas a veces puede convertirse en envidia. La envidia trae muchos sentimientos negativos, pero su daño mas grande es que nos distrae de nuestras metas y objetivos en la vida. 

Ya sea que te consideres envidiosa o solo seas muy competitiva es importante mantenernos enfocados en lo que nosotros queremos hacer y hacerlo de la mejor forma posible.   

Una de las grandes verdades en la vida es expresada muy bien en la ley del karma: causa y efecto, en pocas palabras lo que haces recibes. Si sinceramente te alegras por el bien de otros, esa energía positiva regresara a ti, si por el contrario pones envidia y rencor o excesiva competitividad esa energía negativa regresara a ti.  

Hay una diferencia entre admirar a otra persona y tenerle envidia o celos. Si admiras a alguien tienes sentimientos positivos, esa persona te inspira y motiva a ser mejor. Si le tienes envidia o celos deseas dentro de ti que esa persona no tenga mas éxito o por lo menos no te alegras de su éxito. Si tienes admiración por alguien, esto es positivo y puedes usar a esa persona como mentor o modelo. Puedes ver que aprendes de el o ella. 

La próxima vez que te sorprendas fijándote en otra persona, analiza si es admiración o envidia. Recuerda si es envidia es perdida de tiempo y distracción para alcanzar tus metas. Es mejor competir contigo misma para cada día ser mejor que competir con la compañera de trabajo