-- |
Yo me he preguntado porque mi ropero no tiene una puerta como esta, y si mi ropero tuviese una puerta así a donde me llevaría.
Tengo un amigo quien constantemente repite que la vida es impredecible, es difícil saber donde exactamente estaremos a cada momento. Aunque a veces nos quejamos de la rutina, la rutina es bella porque nos da seguridad.
Cuando nos quejamos de la rutina en realidad no nos estamos quejando de la rutina misma si no de la exclusión de actividades que queremos realizar. No es imposible poder hacer todo lo que queremos en 24 horas que tiene el día, pero es posible hacer nuestras horas más productivas para poder librar un par de horas y dedicarlas a hacer algo diferente, algo que nos atraía cuando éramos niños.
Escribe en una libreta las actividades que te gustaría realizar si tuvieses los medios. En otras palabras abre la puerta escondida del ropero. Analiza las actividades y piensa cual de ellas te gustaría hacer: contemplar la luna con un telescopio, bordar, decorar, escribir, volar, escalar, saltar puentes, montar a caballo, actuar, cantar, hablar francés, conducir un avión etc.
Siempre hay formas de realizar un sueño si las buscamos con cuidado pero primero hay que conocer el sueño. Si te olvidas de tus sueños puedes perder el sentido de aventura y la puerta de tu ropero estará siempre cerrada.
Ve a tu ropero y busca la puerta mágica.
|