Los huesos cambian porque puede haber: falta de calcio, vitamina D, cambios hormonales u osteoporosis. Los cambios en los huesos son más notables después de la menopausia cuando el estrógeno baja.
Algunos médicos creen que por ejemplo la nariz se ve más larga cuando envejecemos porque el tamaño de los huesos se reduce disminuyendo así el tamaño del rostro. Esto hace que la nariz (la cual no cambia) se vea más grande porque el rostro es más chico.
Los cambios en los huesos también crean más flacidez y arrugas porque al hacerse más chicos reducen el tamaño del rostro y hay exceso de piel y otros tejidos (que no se reducen junto a los huesos)
Tomando medidas
Para prevenir esto asegúrate de tomar las cantidades indicadas de calcio y vitamina D.
Una alimentación sana, menos estrés y una vida activa hace que las fluctuaciones de estrógenos sean menos marcadas y afecten menos los huesos después de la menopausia.
La reducción de los huesos es hasta cierto punto inevitable pero puede disminuirse.
Leer primera parte: Como envejece el rostro
|