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Las piernas pueden ponerse flácidas o desarrollar varices, pero con cuidados sencillos se pueden ayudar a mantenerse en buena forma. Los enemigos más grandes de nuestras piernas son:
Inactividad
Las piernas tienen músculos fuertes y poderosos que desafían muchos ataques. Por su abundancia de músculos pueden tornearse y mantenerse fuertes con ejercicio. Las piernas están diseñadas para estar en movimiento y por la misma razón pueden sufrir si no se usan. Entre los enemigos de las piernas esta: el sedentarismo y el estar parada o sentada por largos periodos de tiempo.
Peso
Cuando caminamos o cuando estamos paradas las piernas ayudan a sostener nuestro peso. Entre más peso hay más duro trabajan. El exceso de peso es otro enemigo de las piernas.
Circulación
Las piernas necesitan circulación libre por lo cual se necesita que la ropa lo permita. La ropa ajustada, como los jeans muy apretados, pueden interferir con la circulación especialmente si la cortan en lugares específicos.
Cuidando las piernas
Conociendo los enemigos es fácil deducir los cuidados. Si en la vida diaria no necesitas caminar mucho, es necesario hacer ejercicio o practicar deportes o danzas para darle a las piernas la actividad que necesitan.
Si tienes que permanecer sentada por largos periodos de tiempo trata de moverte constantemente. Ya sea buscando excusas para caminar cada hora o cada media hora y movilizar las piernas mientras estas sentada.
Si tienes que permanecer parada por largos periodos de tiempo, trata de caminar o mover las piernas en su lugar para agilizar la circulación y piensa si te convendría usar medias de compresión (medias con elástico) para prevenir varices.
Los baños con agua fría ayudan a contraer las venas por lo que se recomiendan. Las venas se dilatan durante el día para acomodar la circulación en las piernas.
Trata de darles un masaje ligero a tus piernas para promover la circulación. Puedes usar una crema especial, hacerlo durante el baño o usar crema normal o aceite.
Si las piernas te duelen descánsalas poniéndolas hacia arriba recostadas en la pared.
Con los cuidados apropiados las piernas pueden mantenerse firmes y bellas casi toda la vida.
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